La intoxicación por plomo: un peligro para las aves

 

 

La intoxicación por ingestión de objetos de plomo (Pb) es una de las más comunes en aves cautivas y silvestres, afectando principalmente a las psitaciformes, las rapaces y las aves acuáticas. Los principales efectos y signos clínicos derivados de la misma están relacionados con el sistema nervioso, la sangre, el riñón, el hígado y el aparato digestivo. El diagnóstico se basa en la presencia de cuerpos radiopacos en el tracto digestivo y determinaciones sanguíneas. En caso de sospecha de este tipo de intoxicación, recurrir de inmediato a su veterinario.

El plomo (Pb) es un metal utilizado por el hombre en múltiples aplicaciones, aunque desde antiguo se conoce su toxicidad. Dioscórides, en el siglo II a.C., ya apuntaba sus propiedades neurotóxicas al decir que se trataba de una sustancia que nublaba la mente. Orfila, padre de la toxicología moderna, se refería en 1817 al Pb como la sustancia tóxica de la que más se había escrito y, que a su vez, más importante es conocer. Prueba de la toxicidad de este metal pesado, que hoy nadie pone en duda, son los esfuerzos realizados en los últimos años para limitar, en lo posible, sus usos cotidianos (tuberías de agua, soldaduras de latas de conserva, pinturas, etc.) y sus emisiones al medio ambiente (gasolina, perdigones de cartuchos de caza), medidas que, en algunos casos, han tenido un importante coste económico, pero que ya han comportado significativos beneficios, desde el punto de vista de la salud pública. Con todo, el llamado plumbismo o saturnismo sigue siendo, para un elevado número de especies animales (incluida la humana), la más frecuente de las intoxicaciones.

Epidemiología
La intoxicación por ingestión de objetos de Pb es una de las más frecuentes en aves, debido a tres razones, fundamentalmente. En primer lugar, el Pb es un metal soluble en un medio ácido, como es el estómago de un ave. Asimismo, la disolución del Pb se ve favorecida por la acción abrasiva del estómago muscular o molleja (también llamado ventrículo), junto con el grit o arenilla que algunas aves ingieren para ayudar a la molienda del alimento. Sin embargo, en el caso de ciertas aves, como las rapaces, que carecen de un estómago muy musculado y no ingieren grit, el pH suele ser inferior al de otros grupos, lo que hace posible la disolución del Pb. Por último, los objetos de Pb quedan retenidos en la molleja de las aves, lo que permite su disolución (se estima que la vida media de un perdigón de caza en la molleja de un pato es de 21 días), mientras que en mamíferos, como el hombre, el tránsito por el sistema digestivo, hasta su excreción, suele ser muy rápido.
La intoxicación por plomo es más frecuente en tres grupos de aves: las psitaciformes en cautividad (orden de los loros y cacatúas), las aves rapaces (tanto silvestres como de cetrería o aquellas que viven en cautividad en zoológicos) y en las aves acuáticas silvestres (principalmente, patos, gansos y cisnes).
Las psitaciformes son animales que desarrollan un gran número de actividades con su pico, por lo que cualquier objeto de Pb que pueda quedar a su alcance es susceptible de ser picoteado e ingerido. La lista de objetos fabricados con Pb que suelen ingerir las aves es extensa, en especial si el pájaro está libre en el interior de la casa. Hay casos descritos por ingestión de fragmentos de su propia percha, de pesos de cortina, soldados de Pb, pinturas conteniendo este metal, perdigones de caza y pesos de pesca.

Psitaciformes
Vidrio plomado.
Juguetes con contrapesos de Pb.
Pesos de cortina.
Pinturas con Pb.
Soldaduras.
Envoltorio del tapón de botellas de vino y cava.
Jaula de malla galvanizada.
Badajos de campana.
Guantes de protección de RX.
Rapaces
Perdigones.
Balas.
Aves acuáticas
Perdigones.
Pesos de pesca.

Las aves rapaces, tanto en cautividad como en el medio natural, sufren la intoxicación tras la ingestión de munición de Pb (perdigones o balas) por el consumo de presas tiroteadas. En el caso de aves de cetrería, se han producido intoxicaciones como consecuencia del consumo de animales que habían sido tiroteados y porque los propietarios desconicían la toxicidad de la munición de plomo. Las aves rapaces silvestres padecen la intoxicación por Pb debido al consumo de carroñas de animales muertos por disparo o bien al cazar animales que han sido heridos, pero que sobreviven con cierto número de perdigones de Pb en su cuerpo. En algunas poblaciones silvestres de aves rapaces, la ingestión de éstos es frecuente, como se puede comprobar al estudiar sus egagrópilas, que contienen todo el material que el ave no puede digerir y que regurgita periódicamente. Aunque muchos de estos perdigones pueden ser eliminados en las egagrópilas, no debemos olvidar que han permanecido durante varias horas en el medio ácido de la molleja y, por lo tanto, una ingestión-regurgitación continuada de perdigones produce también plumbismo en las aves rapaces.
Las aves acuáticas silvestres son el grupo más afectado por el plumbismo, al menos en cuanto al número de individuos que se estima mueren por esta causa. En este sentido, en Estados Unidos se calcula que, antes de la prohibición del perdigón de Pb para la caza en zonas húmedas, moría anualmente por plumbismo del 2-3% de la población otoñal de aves acuáticas, lo que representa alrededor de 1,6-2,4 millones de animales cada año. Por lo que respecta a la situación en nuestro país, en el Delta del Ebro se ha podido estimar, mediante el estudio de la presencia de perdigones ingeridos en mollejas, que alrededor de 16.000 aves mueren entre los meses de octubre y marzo por esta causa. El origen de este problema es el perdigón de Pb utilizado en la caza, que queda diseminado en el sedimento de las zonas húmedas, llegando a alcanzar concentraciones en torno a los 3 millones de perdigones/ha, los cuales son ingeridos por confusión con el grit o con semillas. Esto hace que especies como el ánade rabudo (Anas acuta) presenten prevalencias de plumbismo del 70% o que se produzcan mortalidades de flamencos (Phoenicopterus ruber) por esta causa en los humedales españoles. Otras fuentes posibles de contaminación por Pb en las aves acuáticas son los pesos de pesca, causa de mortalidad importante en cisnes, así como el sedimento contaminado por Pb procedente de minas.

Qué se observa en las aves

ALTERACIONES NERVIOSAS
- Debilidad/letargia
- Ceguera
- Ataxia/convulsiones

ALTERACIONES DIGESTIVAS
- Anorexia
- Regurgitación
- Diarrea

ALTERACIONES RENALES
- Mayor producción de orina
- Ingestión excesiva de agua
- Presencia de sangre en la orina

GENERALES
- Erizamiento de plumas